lunes, 22 de mayo de 2006

Energía perdida

Respecto a la nota “El síndrome que ‘quema’ a los maestros” (La Gaceta, 15 de mayo de 2006), hablar de agotamiento es hablar de energía, de física, de cómo disminuir la entropía, la pérdida de energía,convertida en calor en nuestro organismo (desperdicio), en la parte de nuestro vientre, donde se fermentan los alimentos. A mayor estrés corresponde un mayor gasto de energía, por lo que se incrementa el calor resultante de la fermentación de nuestro “alambique”.

El calor resultante se extiende por diversas partes del organismo (garganta, pulmones, columna vertebral, riñones) con sus conocidas consecuencias, especialmente aparece “la fatiga crónica”, ya que el exceso de calor nos impide un sueño profundo y reparador, y esto da como consecuencia que el estrés cotidiano se acumule.

La solución es disminuir el calor del bajo vientre, ya sea con toallas mojadas, baños de asiento con un poco de hielo, nadar en agua fría, ponerse barro, tomar un litro de agua en ayunas, pero, sobre todo, dejar la leche, ya que es el gran fermentador (los adultos no la digerimos).

Si a nuestro automóvil le checamos constantemente la temperatura del motor, porque sabemos bien que si se calienta de más pierde potencia, ¿por qué razón no hacemos lo mismo con nuestro organismo? En otra ocasión les comentaré cómo obtener mayor energía (efectividad). Por lo pronto, tienen tarea.

Juandiegouribe
La Gaceta, Universidad de Guadalajara
22 de mayo del 2006
Guadalajara, Jalisco, México.