“Dime a cuantas organizaciones cívicas perteneces y te diré que tan comprometido estás con México”. No nos queda de otra.
O nos organizamos como sociedad civil (tanto como padres de familia, o como empleados, obreros, empresarios, de la colonia en que se habita, por el deporte, actividades culturales, sociales, etcétera) comprometida con la democracia y los derechos humanos, o seguiremos padeciendo el oprobio de nuestros gobernantes y sus partidos políticos que despilfarran nuestros impuestos y de la manipulación de los económicamente fuertes, tanto nacionales como extranjeros, explotadores de la indefensa mayoría de los mexicanos, así como de la jerarquía católica que con sus oscuros intereses mantiene oprimida a sus creyentes sumisos y acongojados, en un eterno “viernes de dolores”; que no tiene sentido cuando existe el “domingo de resurrección” que nos libera y llena de alegría.
También se requiere el apoyo de todos lo medios de comunicación para la oportuna comunicación de estos organismos con los asociados, con las autoridades y con el público en general. No por decreto presidencial, sino persuadiéndolos de la importancia de su participación desinteresada para brindarnos espacios y tiempos para que la sociedad civil opine.
Aquí en Jalisco gozamos de una página completa: Correo del lector, que diariamente edita el periódico Público. Los otros siguen insensibles a un compromiso social que les redituará más lectores, nos hacen el favor de vez en cuando en un pequeñísimo espacio.
¿En qué consiste la libertad de prensa? ¿Para quién es la libertad de prensa? Si hay televisoras y periódicos que han hecho su fortuna con tanta publicidad y, sobre todo, con nuestros impuestos; justo es que nos brinden un espacio a la sociedad civil comprometida con el cambio.
O nos organizamos como sociedad civil (tanto como padres de familia, o como empleados, obreros, empresarios, de la colonia en que se habita, por el deporte, actividades culturales, sociales, etcétera) comprometida con la democracia y los derechos humanos, o seguiremos padeciendo el oprobio de nuestros gobernantes y sus partidos políticos que despilfarran nuestros impuestos y de la manipulación de los económicamente fuertes, tanto nacionales como extranjeros, explotadores de la indefensa mayoría de los mexicanos, así como de la jerarquía católica que con sus oscuros intereses mantiene oprimida a sus creyentes sumisos y acongojados, en un eterno “viernes de dolores”; que no tiene sentido cuando existe el “domingo de resurrección” que nos libera y llena de alegría.
También se requiere el apoyo de todos lo medios de comunicación para la oportuna comunicación de estos organismos con los asociados, con las autoridades y con el público en general. No por decreto presidencial, sino persuadiéndolos de la importancia de su participación desinteresada para brindarnos espacios y tiempos para que la sociedad civil opine.
Aquí en Jalisco gozamos de una página completa: Correo del lector, que diariamente edita el periódico Público. Los otros siguen insensibles a un compromiso social que les redituará más lectores, nos hacen el favor de vez en cuando en un pequeñísimo espacio.
¿En qué consiste la libertad de prensa? ¿Para quién es la libertad de prensa? Si hay televisoras y periódicos que han hecho su fortuna con tanta publicidad y, sobre todo, con nuestros impuestos; justo es que nos brinden un espacio a la sociedad civil comprometida con el cambio.
Juandiegouribe
8 de agosto del 2003
Guadalajara, Jalisco, México
8 de agosto del 2003
Guadalajara, Jalisco, México
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